Reseña Otaku: Full Metal Alchemist #22

¡Buenas, Lectores-as!
Hoy os traigo la primera Reseña Otaku del año, y se trata, como bien habréis podido leer en el título de la entrada, de la reseña del tomo 22 de Fullmetal Alchemist.
Así que sin más rollos introductorios, aquí la tenéis:


(Pinchad en la imagen para acceder a la ficha de cómic)
Nota: 9/10
Reseña: Primero de todo, tengo que decir que leí una reseña de este tomo hace cosa de un mes, y decía algo parecido a esto: "esta serie es un ejemplo de un manga planificado y con guión, en el que en ningún momento se ha ido improvisando sobre la marcha como la mayoría de series. O eso es lo que aparenta"
Y yo digo: amén, herman@.
De todas las series manga que leo, y que he leído, esta es una de las mejor elaboradas (dejando a parte Death Note, por supuesto).

En este tomo, los hermanos Elric, Edward y Alphonse, intentan detener al homúnculo Pride (cuya identidad no diré, por que es un momento "WTF?!" en la trama de toda la serie) para evitar que el malvadísimo plan de Padre se lleve a cabo (y no va con rintintín sarcástico). Pero claro, esto os debe de sonar a chino si no seguís la serie.
Como decía, los Elric intentan pararle los pies a Pride, y mediante este pretexto los acontecimientos del tomo se van desarrollando de una forma increíble y muy, muy buena con un final bastante bueno (aunque hay que reconocer que los tomos han tenido finales mejores, pero lo peor que tiene una serie bimestral que sigue un ritmo cercano al de la edición japonesa es que los tomos vienen en cuentagotas y cuando tienes el siguiente no recuerdas ni a los personajes -exagero, pero ya me entendéis).

(Pausa para una nota mental: releer la serie, mi memoria es horrible)

El dibujo de Hiromu me ha gustado desde el primer volumen de la serie (en realidad, fue uno de los motivos por el cual empecé a comprarme la serie). En la mayoría de mangas, como ya he comentado varias veces, el dibujo o bien mejora o empeora con el paso de los tomos. El de Arakawa, lo ha hecho mínimamente. Quien haya leído Naruto, y compare el dibujo del primer tomo y el del último publicado, podrá ver que ha cambiado bastante. Sin embargo, en el de Arakawa apenas se nota el cambio. Ha mejorado, por supuesto, todo aquél que hace algo con regularidad acaba mejorando su estilo, pero el dibujo de Arakawa fue bueno desde el principio, y lo continua siendo.

La trama ha ido a mejor. Al principio teniamos un argumento algo soso, con poca chica, pero entretenido. Éste ha evolucionado y ahora tenemos una trama perfecta. Su calidad no ha disminuido, al contrario, ha augmentado. Y espero, sinceramente, que la serie no se alargue demasiado, por que su ritmo podría bajar y convertirse en una serie aburrida y tediosa como pasa con algunos mangas.

El ritmo de la historia es muy bueno, la única pena que tiene es la publicación, como he dicho al principio de la reseña, que es algo malo si tenemos en cuenta la memoria de los lectores. Pero no podemos culpar a la editorial. Al contrario, está haciendo muy buen trabajo, ya que nos mantiene al ritmo japonés, tan solo con dos tomos de diferencia.

En resumen: un buen tomo, que mantiene la calidad de una buena serie.