The (Jane Austen) Experience II
The (Classic) Experience es una sección de Lector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.
Norland Park, en Sussex, siempre ha pertenecido a la honorable familia Dashwood, y una vez muere su último propietario, John Dashwood, la heredad pasa al hijo varón de su primer matrimonio. Y ello no propicia otra cosa que el hecho de que su segunda esposa y sus tres hijas queden sin un techo que las proteja de la inclemente meteorología inglesa. Sin embargo, el difunto el señor Dashwood no era inconsciente del porvenir de sus hijas y esposa tras su muerte, por lo que en su último aliento le pidió a su hijo que les cediera una buena renta para que pudieran vivir dignamente. Con lo que no contó el anciano John fue con la perfidia con la que puede contar una esposa perniciosa y tacaña como la del joven primogénito, consciente de que los familiares a los que se les debe dar una paga no se casan ni se mueren nunca, y que hará que las mujeres Dashwood no puedan permitirse más que una pequeña alquería que el primo de la viuda les ha ofrecido.
Con todos estos cambios, las vidas sentimentales de las dos hermanas mayores se verán completamente trastocadas. Elinor, con una fuerte mente y gran carácter del decoro, se verá obligada a alejarse de Edward Ferrars, el hermano de su cuñada al que nunca se ha atrevido a mostrarle sus sentimientos abiertamente; y Marianne, de gran corazón y apasionados sentimientos, se verá arrastrada a un imprudente romance con el seductor Willoughby, un vecino de Barton que la salvará tras una caída que le provoca una torcedura de tobillo.
Pero ni la prudencia ni el desenfreno amoroso se revelarán como dos buenos caminos para el amor.
Si no me hubiese entregado a un total silencio, quizá nada habría podido evitar (ni aun el disimulo a que me obligaba la tranquilidad de las personas queridas) que me hubiese mostrado completamente infeliz.
En esta novela, la primera que Jane Austen consiguió publicar, la sátira y el amor van de la mano. Leí Sentido y sensibilidad por primera vez hará cosa de dos año, para el fatídico treball de recerca. Decir que lo viví con este libro sería quedarse corto. El "debut" de Austen en el mundo literario tiene una gran importancia para mí, ya que después de la pequeña decepción que me supuso Orgullo y prejuicio (nunca olvidaré lo aburrida que se le hizo a mi yo de diecisiete años la primera parte de la novela) supuso mi reconciliación con Austen y el inicio de mi devoción por la escritora inglesa.
La narración de Jane Austen no podría ser más maravillosa, y quien ya la haya leído sabe bien a lo que me refiero: Jane no deja ninguna oración suelta, nada al azar. Todo encaja y tiene cabida, la prosa se teje con precisión, adecuadamente, de manera ordenada, con armonía. El ritmo, por su parte, no podría ser más adecuado, desde los primeros acontecimientos hasta el desenlace; sin pausa, pero tampoco frenético; calmado, pero no lento. En Sentido y sensibilidad no dejarán de ocurrir cosas, ya sean hechos o terribles revelaciones que pondrán a prueba la entereza de las hermanas Dashwood, y no podremos pasar página sin vernos atrapados en uno de estos sucesos y preguntarnos cuál será el siguiente paso de las protagonistas. Las descripciones, por otro lado, son perfectas, las justas y necesarias, aunque tal vez algo extensas para aquellos menos acostumbrados a un estilo puramente narrativo y descriptivo como es el de Jane.
Sobre los personajes, tratándose de Austen, no tengo palabras. Si algo me gusta de esta mujer es cómo trabaja el comportamiento humano y cómo sus protagonistas llegan a ser casi el arquetipo de una cualidad o defecto, así como otros personajes secundarios, pero resultando tan naturales que podemos verlos reflejados en personas que conocemos de nuestro día a día. En esta novela, resaltan en especial las dos hermanas Dashwood, Elinor y Marianne, que representan la sensatez y la sensibilidad respectivamente. Efectivamente, ante los asuntos del corazón, Elinor optará por mantener la cabeza fría y la serenidad, mientras que Marianne se dejará llevar por las pasiones con el menor libertinaje posible. Esto, le servirá a Austen para poder satirizar la excesiva rigidez y racionalidad con las que las jóvenes de su época debían comportarse y las novelas sentimentales con las que se les llenaban de pájaros la cabeza a las jovencitas más soñadoras y despistadas. Una vez más, Jane Austen lo deja claro: los extremos no son buenos, y tanto un camino como el otro pueden traer pésimas consecuencias.
Respecto el final, no puedo decir demasiado. Todos los que hayan leído al menos dos novelas de la escritora inglesa, o simplemente una, conocen exactamente cómo acabará la obra nada más empezar. Pero, como siempre os digo (y como a mí me dijeron una vez), la novela no tiene el objetivo de provocar la sorpresa en el lector ante su desenlace (aunque, si lo hace, tanto mejor), sino de mantenerlo atento ante su desarrollo, de observar cómo los acontecimientos van tejiendo el, esperado o no, final. Y de todas las resoluciones "rápidas" que caracterizan a Austen, esta es una de las más inesperadas y originales.
Dicho todo esto... ¿recomendaría Sentido y sensibilidad? Por supuesto. Se trata de una novela muy especial para mí, ya que es una de mis novelas preferidas de Jane Austen (detrás de Mansfield Park y Persuasión) y dejó bien claro que mi viaje por la Inglaterra georgiana me depararía gratas y múltiples sorpresas. Además, la historia de este libro consigue conectar con el lector de una manera asombrosa. Así pues, preparaos para adentraros en una novela donde, una vez más, descubriremos que no es oro todo lo que reluce (pero el dinero siempre es lo que más importa), que la amistad puede ser venenosa y que solo podemos confiar en aquellos que siempre están a nuestro lado, incluso cuando no lo parece.
369 págs. * 9,95€ * DeBols!llo
7 comentarios:
El primer libro que leí de Jane Austen fue Orgullo y prejuicio. Recuerdo la primera decepción al darme cuenta de que se me estaba haciendo muy costoso llegar al final. Sin embargo, tras un par de años me di cuenta de lo realmente fácil que es leerlo y que ahora no se me hace pesado para nada. ¿Cuestión de años? ¿De madurez? No lo se. Ahora tengo casi todos los libros de Jane, a pesar de que no he leído ninguno más.
Estoy deseando lo que me parece este, después de tu reseña todavía más.
Un beso :)
Qué nostalgia ;_) Este fue el primer libro que leí de la Juani y me gustó mucho... Aunque me quedé un poco descolocada porque soy la versión futura de Elinor (?) Yo me entiendo.
Yo lei primero orgullo y prejuicio. Mi segundo libro fue este, lo lei este año. FUe una buena experiencia, aunque mi parecer el libro se centraba más en ELlinor que en marianne. Porque igual el "final" de marianne me parecio muy resumido y me decepciono un poco. De resto, me gusto mucho
(SPOILERS)
Reconozco que el final de Marianne me dejó un poco de mal sabor de boca, porque me parecía que se merecía una historia de amor ideal, no me esperaba para nada un matrimonio por conveniencia. Pero después de darme cuenta de lo que hizo la Jenny ahí no encuentro un final más perfecto. Aunque el libro no me fascinó, me parece genial la forma en la que Elinor y Marianne cambian los papeles al final, con Elinor dejándose llevar por la pasión y Marianne por el sentido común, dejándolo en un empate entre el sentido y la sensibilidad.
PD: Qué puta la Marianne la pedazo de renta que pilló.
No lo he leído, y aunque hace tiempo que me gustaría empezar a leer a Jane Austen, esta obra suya no era de las que más me llamaban. Pero ahora creo que tengo más ganas de hincarle el diente a ésta que no a las demás.
Saludos~
Sé que este libro es un clásico, pero... odio a las Wannabes ò.ó!!
Una reseña perfecta, Matt. Qué voy a decirte que no te haya dicho ya sobre Jane Austen. Bueno, sí. Hay algo. Me han entrado ganas de volver a leer Sentido y sensibilidad.
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