Poesía, inmortalidad, aniversarios y magdalenas
No actualizo porque no tengo tiempo. Ninguno. Cuando no estoy en el ordenador, estoy en clase. Cuando no estoy en clase, estoy leyendo las lecturas obligatorias (con las que llevo cierto retraso). Cuando no estoy leyendo, estoy pasando apuntes. Y si no, estudio o hago trabajos. Porque sí, mi vida se limita a leer y a estudiar mientras la decoración navideña ilumina las calles y el frío me muerde los nudillos al recorrer mis apuntes con rotuladores fluorescentes.
Por suerte, hay algo que sí puedo leer entre trabajos, lecturas y exámenes: poesía. Un poema, dos, tres si no son muy largos... Le estoy pillando el gusto.
Desde que acabó el verano lo llevaba pensando: mi compromiso con la novela es noble, y mis aventuras con el teatro son recurrentes, pero la poesía se me escapaba de los brazos. Me rehuía, y yo a su vez la esquivaba. Así que me dije: ya no más. Decidí lanzarme. Decidí saborear los autores que más me habían seducido en clase. Recordé la múltiple personalidad de Pessoa y la especial Ítaca de Cavafis. Ah, Cavafis.
En estas alcobas oscuras, donde paso
días de angustia, ando arriba y abajo
buscando las ventanas. —Cuando se abra
una ventana tendré consuelo—.
Pero las ventanas no aparecen o no puedo
encontrarlas. Mejor quizá no hallarlas.
Quizá la luz sería una nueva tiranía.
Quién sabe qué de nuevo nos traería.
"Las ventanas"
Y a base de recordar, me topé con la magdalena de Proust sin la necesidad de tomar té para ello. Curiosamente el 14 del pasado noviembre se cumplió el centenario de la publicación de Por el camino de Swann. Aún me acuerdo de cuando leí ese pasaje en clase, cuando a los dieciséis años me encontré cautivado por la descripción de un recuerdo que te asalta la mente...
Pero guardo con más cariño y de manera más reciente mi primer contacto con Camus y su Extranjero, que tanto me dijo en aquel último año de instituto y que, quién lo diría, me ayudó a comprender a ese famoso Holden al que había tachado de malcriado. El 7 de noviembre de este año el escritor francés habría cumplido 100 años.
Y este 16 de diciembre se cumplieron 238 años (bien contados que los tengo) del nacimiento de Jane Austen, pero de ella ya os he hablado mucho.
[...]
Cuando en días venideros, libre el hombre
Del mundo primitivo a que hemos vuelto
De tiniebla y de horror, lleve el destino
Tu mano hacia el volumen donde yazcan
Olvidados mis versos, y lo abras,
Yo sé que sentirás mi voz llegarte,
No de la letra vieja, mas del fondo
Vivo en tu entraña, con un afán sin nombre
Que tú dominarás. Escúchame y comprende.
En sus limbos mi alma quizá recuerde algo,
Y entonces en ti mismo mis sueños y deseos
Tendrán razón al fin, y habré vivido.
"A un poeta futuro"
¡Ah, pero no me molestéis ahora! Me pasaré una temporada entre apuntes y versos, lo uno por obligaciones y lo otro por falta de tiempo para volver a leer algo más extenso. Pero volveré con fuerzas y con ganas de retomar esa literatura juvenil que, os aseguro, no he olvidado. Dadme tiempo. Hay momentos y momentos.
3 comentarios:
pero que bella e inteligente forma de empezar con la poesía Cavafis y Pessoa, aahhh! Saludos.
¡Que te sean leves los exámenes! Estamos todos prácticamente igual, ni vacaciones navideñas ni nada...
Pues la poesía no es que me haya llamado mucho la atención, pero claro, si eran lecturas obligatorias del instituto pues no ayudaban demasiado.
Esas temporadas duras pasan! animo! nada mejor que leer a esos grandes autores :)
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