Reseña: Vampire Academy (III) - Bendecida por la Sombra

CONTIENE SPOILERS DE LAS ENTREGAS ANTERIORES

Título: Vampire Academy: Bendecida por la Sombra

Título original: Vampire Academy: Shadow Kiss
Autora: Richelle Mead
Año de publicación: 2011
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420407296
Precio: 14,95 €
Páginas: 480
Edad: +14
Saga: Vampire Academy (6 libros)
Película: Derechos vendidos
Sitio web: http://www.richellemead.com/
Ilustraciones: no
Encuadernación: tapa blanda
Punto de vista narrativo: 1ª persona en pasado

Sinopsis:

¿Y si seguir los dictados de su corazón significase para Rose la pérdida definitiva de su mejor amiga?

Rose sabe que está prohibido enamorarse de otro guardián. Su mejor amiga – la última princesa Dragomir – siempre debe ser su prioridad. Por desgracia, en lo que respecta al impresionante Dimitri Belikov, algunas reglas se dictan para ser quebrantadas…

Sin embargo, una extraña oscuridad comienza a crecer en la mente de Rose, y unas siluetas fantasmales advierten de la proximidad de un terrible mal a las puertas de la academia St. Vladimir. Los no-muertos acechan y desean vengar las vidas que ella se ha llevado consigo. En una trepidante batalla que rivalizará con sus peores pesadillas, Rose se verá obligada a escoger entre la vida, el amor y las dos personas que más le importan… ¿Pero significará su elección que solo una de ellas podrá sobrevivir?

Nota: 4,5/5

Reseña: Después de los sucesos acontecidos en Spokane y en el resort de los Aspen (o imagino que era por ahí, es donde esquían los pijos americanos) de la Academia St Vladimir, Rose Hathaway, nuestra pequeña dhampir, está... bien. O al menos mejor de lo que todo el mundo se piensa que está. Es que, claro, perder a su mejor amigo, un encanto de chico, en tales circunstancias y cuando ella misma podría haber hecho algo por evitarlo... pues no es que sienta demasiado bien aunque luzca un par de marcas molnija en la nuca.

Pero todo parece torcerse de golpe: empiezan las prácticas de campo, ejercicio consistente en engancharse al culo de un moroi -casi literalmente- para protegerlo de los ataques de los instructores dhampir del campus, que simularán ser strigois (¿recordáis a los strigois? los malos malísimos de la peli saga), algo así como un entrenamiento de la vida que les espera tras graduarse. Obviamente, a Rose se le asignará a Lissa, pues su vínculo mental las une y convierte a nuestra dhampir en su perfecta guardiana. Oh... espera... por lo que al principio parece un error burocrático, a Rose no se le asigna a Lissa, su mejor e íntima amiga, última de la dinastía Dragomir, si no a su novio... Christian Ozzera, el que todo el mundo toma como a un aprendiz de strigoi por el pasado de sus padres.

Oh, oh... Adivinad quién monta en cólera tras enterarse de ello (una pista: Lissa, no).

Pero éso no es lo peor de todo: Rose se siente asfixiada; entre que Dimitri no parece hacerle demasiado caso y no puede contarle a nadie su relación (o su no-relación)... la está matando por dentro.

Y, por si ya fuera poco toda ésta montaña de emociones que tiene que soportar al igual que Atlas aguantó el cielo sobre sus hombros (y supongo que aguanta, porque aún no se nos ha caído encima -esperemos a ver en el 2012-), ¿cómo se sentirá nuestra Rose Hathaway, nuestra pequeña dhampir, cuando empiece a aparecérsele el fantasma de Mason por todo el campus?

Oh, Dios, que alguien llame al Ostroff Center.

Con frecuencia, Lissa había comentado que ojalá pudiese ella percibir mi mente y mis sensaciones del modo en que yo podía sentir las suyas, pero lo cierto es que no tenía la menor idea de lo afortunada que era ella. No tenía ni idea de cómo era que los pensamientos de otra importunasen los tuyos propios, que las sensaciones de otro causaran el caos en las tuyas. No sabía cómo era vivir con la perfecta vida amorosa de otra persona cuando la tuya era inexistente. No comprendía lo que era sentirse llena de un amor tan fuerte que hacía que te doliese el pecho, un amor que sólo pudieses sentir y no expresar. Mantener el amor enterrado se parecía mucho a contener la ira, y bien que lo había aprendido yo. Te devoraba por dentro, sin más, hasta que sentías deseos de gritar o darle una patada a algo.

No, Lissa no entendía nada de eso. No tenía que hacerlo. Podía seguir dedicándose a sus propios asuntos románticos sin consideración alguna por lo que me estaba haciendo a mí.

FIN DE LOS SPOILERS

Richelle Mead lo ha vuelto a hacer... y al parecer lo volverá a hacer en los libros siguientes, ¡y más vale que lo haga! Mead me ha vuelto a sorprender y me ha hecho tener el corazón en el puño mientras leía el frenético e increíble último tercio de la novela. De verdad, da igual lo que penséis u os imaginéis: NO, no acertaréis. Intentadlo, aunque no os lo recomiendo sinceramente.

De verdad... ¿alguien se lo esperaba? Bueno, puedes llegar a la conclusión si lo estudias todo a fondo y si tienes una gran memoria pero... wow.

Mis felicitaciones a la señora o señorita Richelle (no conozco su estado civil), pues de momento le está saliendo una saga redonda.

La narración de Mead sigue igual que desde el principio de la saga: ágil, enérgica, divertida, fresca... salvo por una pequeña excepción, ahora ha adquirido un aire más maduro. Nuestra Rose ha crecido y ha madurado, y eso se notará a lo largo de la lectura de éste tercer volumen. Eso sí, que haya madurado no significa que se haya vuelto una aburrida y que esté contratando un seguro de vida con total cobertura a precio mínimo ni tampoco que vaya al banco día sí, día también, para planear su plan de pensiones -especial para guardianes dhampir- al 5% TAE; no os preocupéis, nuestra Rose sigue teniendo la misma chispa de siempre y el mismo ácido que la caracteriza.

Respecto al ritmo, éste sigue siendo tan frenético y adictivo como en los otros dos libros de la saga... pero ésta vez sólo durante la última parte de la novela. No es que el resto sea aburrido, pero el libro mantiene un ritmo lento y constante hasta alcanzar el clímax, donde se dispara de un modo vertiginoso.

Las descripciones de Richelle son todo un placer, apenas se notan, están ahí y no molestan; que yo recuerde ninguna se me hizo demasiada extensa ni pesada.

¿Y los diálogos? ¡Tan divertidos e ingeniosos como siempre! Ésta mujer tiene una capacidad increíble de dar vida a sus personajes y hacerlos dialogar como si fueran personas de verdad, con la misma naturalidad y gracia.

¡Y hablando de los personajes! Qué grandes son.

Rose, como ya he dicho, sigue siendo la misma dhampir con mal genio y chispa que conocíamos de antes, aunque con un aire de madurez después de todo lo sucedido en Sangre Azul; ahora Rose conoce el mundo real, lo que le deparará tras las verjas de la Academia St Vladimir y la protección que ésta les ofrece.

Dimitri... ¡por fin sale Dimitri! Porque en las dos entregas anteriores tampoco se podría salir que saliera -no al menos regularmente, pues sólo leer su nombre ya era algo inaudito-. Conoceremos más cosas de él y más sobre su personalidad... un tipo majo, sin duda, y con un amplio mundo interior, a diferencia de todos los chicos de la gran mayoría de novelas juveniles.

Sobre Lissa... matadme, pero sigo sin considerarla como "Tontissa"... Vale, ya sé donde falla, en el final, ¡pero comprendedla! Por lo demás, me parece un personaje normalito; vale que no pilla ni una y que parece tonta por eso, pero yo veo más la causa de su "estupidez" que Rose no le cuente absolutamente nada a la pobre (ojo, que no le estoy echando las culpas a Rose ni defendiendo la conducta de Lissa).

Y Adrian... Adrian es la hostia, en serio. ¡Con lo majo que es y Rose no le hace ni caso! Es un personaje ácido, divertido y atípico.

En fin, que todos los personajes son geniales, molan demasiado (excepto Lissa, que no mola tanto, que es un poco sosilla -es como Jenny en la primera temporada de Gossip Girl-)

Sobre el final... Mother of God, no tengo palabras... Es totalmente inesperado, de verdad, e increíblemente fuerte, no me esperaba para nada algo así, y mira que hice mis conjeturas, pero nada... No obstante, el final ya me ha dado unas cuantas ideas de como puede seguir la saga, y si es tal como me lo he imaginado... madre mía, la que nos espera.

Y si ha sido tan genial y tan alucinante que estuve hasta gritando mientras leía el final... ¿porqué un 4,5? ¿Porqué no el 5? Porque hasta que no llega el quid de la cuestión y descubrimos todo el asunto... no es para tirar cohetes. Me explico, no es que el resto sea aburrido, es que simplemente se deja leer y entretiene, te mantiene enganchado lo justito, crea intriga y ya, por éso no creo que se merezca -de forma objetiva- el 5/5 completo (muchos me odiaréis por ésto, lo sé).

Resumiendo... ¿recomiendo el libro y la saga? ¡Por supuesto que sí! Ésta entrega sigue el nivel de las anteriores y las supera con su final imprevisible, frenético y espeluztacular. ¡Recemos a Dios para que Blood Promise no tarde en llegar!

¿No has leído aún ninguno? ¿Pues a qué estás esperando?


[Agradecimientos a Alfagura Juvenil]