The (Luigi Pirandello) Experience
The (Classic) Experience es una sección de Lector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.
Seis personajes en busca de autor, de Luigi Pirandello
Nos encontramos ante el ensayo de una obra de teatro. El tramoyista está clavando algo. El director de escena le llama la atención. ¿Qué hace? ¡Déjelo, déjelo! Ya lo hará luego, que el director está a punto de llegar. Y llega, y llega. ¿Quién falta? La Primera Actriz. ¡Buff, siempre llega tarde! ¡No hay día que sea puntual! Que no, que no, que ya llega. Lo siente mucho, ella no lo hace a propósito. Bueno, que empiece el ensayo. ¡Qué obra más rara! ¿Papeles dentro de papeles? ¿Lo entiende? Pues no. Yo tampoco, pero a ensayar. Ahora unos señores preguntan por el director. «¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren?». «Hemos venido en busca de un autor».
PADRE. (Digno, pero no altivo.) Mire, señor: un personaje, en cualquier circunstancia, puede preguntar a un hombre: «¿Quién eres?» Porque un personaje posee en verdad una vida propia, una naturaleza propia, por lo cual siempre es alguien. Mientras que un hombre, no me refiero a usted ahora, un hombre, así, en general, puede ser nadie.
No me resulta nada sencillo reseñar teatro, e intentar reseñar una obra metateatral y rayana en el existencialismo, no hace más que suponerme un reto mayor. Pero aquí me hallo, intentándolo fervientemente, luchando contra las palabras, ya que desde las mismísimas primeras páginas del prefacio, Seis personajes en busca de autor me maravilló instantáneamente. Incluso aún recuerdo cómo en primero de bachillerato, en Literatura universal, me topé con Pirandello y me sentí fuertemente atraído hacia su obra.
Como os decía, la obra de Pirandello no es solo metateatral, sino que también supone un estudio sobre la existencia y la condición humana. El teatro del escritor italiano (así como toda su obra en general) gira alrededor de dos temáticas: la estructura del laberinto, es decir, cómo en nuestra vida tomamos unas decisiones u otras que nos llevan por un camino u otro, pero cuya forma no llegamos nunca a conocer; y el tema de la máscara: cómo cada uno de nosotros construimos diversos personajes que interpretamos en distintos momentos y que detrás de ellos no hay nada más, es decir, cómo el ser humano no es otra cosa que un vacío que se va recubriendo de máscaras.
PADRE. [...] ¡Qué se le va a hacer! Cada uno de nosotros, señor, exteriormente, ante los demás, se reviste de dignidad; pero en su interior conoce muy bien todo lo que de inconfesable acaece en su intimidad. Caemos, caemos en la tentación, e inmediatamente después nos levantamos, ansiosos acaso por recomponernos una cumplida y sólida dignidad, como una lápida sobre una fosa, una lápida que esconde y sepulta a nuestros propios ojos toda traza y hasta el recuerdo de la vergüenza. Siempre es así; pero no tenemos el coraje suficiente para decir ciertas cosas.
Poco más podría deciros sobre esta obra de Pirandello sin arruinaros la experiencia de leerla por vosotros mismos: su magia reside en saber de ella cuanto menos mejor y dejar que los diálogos os descubran la historia que guardan estos Personajes. Si os llama lo más mínimo, tenéis que lanzaros a ella; en especial aquellos que se hayan visto acosados por personajes en su cabeza, que se encontraban con ellos por la calle y que, desesperados, han acabado gritándoles qué es lo que buscaban.
334 págs. (junto a Cada cual a su manera y Esta noche se improvisa)* 16,80€ * Ediciones Cátedra (Letras Universales)
1 comentarios:
Hola! Me ha encantado esta reseña, original y que te deja con ese regustillo de querer comprarte el libro ya!
Gracias!!
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