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lunes, 26 de septiembre de 2016

The (Miguel de Unamuno) Experience II

The (Classic) Experience es una sección deLector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.


San Manuel Bueno, mártir, de Miguel de Unamuno

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Y más tarde, recordando aquel solemne rato, he comprendido que la alegría imperturbable de don Manuel era la forma temporal y terrena de una infinita y eterna tristeza que con heroica santidad recataba a los ojos y a los oídos de los demás.
Nunca es fácil reseñar una obra clásica, pero siempre lo consigo y salgo del paso. Sin embargo, la tarea se complica cuando se tiene que hablar de una novela como San Manuel Bueno, mártir, tan corta pero a la vez tan intensa, profunda y llena de significado. Unamuno nos habla de dos aspectos en esta novela que le preocuparon a lo largo de su vida: por un lado, el conflicto entre la duda y la fe, y por el otro, el sentimiento trágico de la vida.

Ahora bien, lo que podrían resultar dos temas enrevesados, don Miguel consigue reflejarlos con maestría tal que convierte su novela en una obra conmovedora que explora los más oscuros rincones del alma humana: ¿qué es la fe?, ¿qué es la vida? Todo ello lo consigue Unamuno empleando un estilo tosco y sobrio, sencillo pero no simple, que transmite un tono de angustia y desesperanza completamente afín a la temática del relato: un párroco que vive una mentira piadosa para hacer vivir, soñar, a sus feligreses. Este estilo narrativo se suma a un ritmo pausado pero ágil gracias a la división estructural de la obra: veinticuatro secuencias que explican la historia de San Manuel Bueno narrada por Ángela Carbanillo y una secuencia a modo de epílogo escrita por el mismo Unamuno. Por otra parte, las descripciones escasean, a excepción de la propia Valverde de Lucerna (la aldea donde se desarrolla la acción) y la montaña y el lago entre los que se encuentra, todo con el fin de simbolizar la dualidad entre la fe (montaña) y la duda (lago) entre las que se encuentra el pueblo (Valverde de Lucerna).

Por su parte, los personajes principales son maravillosos. Por un lado, tenemos a Ángela Carbanillo, la narradora de la mayor parte de la novela, cuya personalidad la convierte en algo más que en un recurso narrativo, ya que su misión principal, tal como se presenta al principio del relato, es transmitir la verdadera historia del santo don Manuel y lograr, como un evangelista, que su vida y sacrificio no caigan en el olvido. Por otro lado, nos encontramos con Lázaro, el hermano de Ángela, personaje redondo que evolucionará a lo largo de la novela y que dotará tanto a esta como al conflicto y lucha de don Manuel una mayor profundidad. Y por último, tenemos al mismísimo san Manuel Bueno, con sus ojos azules como el lago y su voz firme como la montaña, del que no diré demasiado para que el lector pueda descubrirlo por sí mismo.

unamunoDicho todo esto, no me queda más que recomendar fervientemente la lectura de San Manuel Bueno, mártir tanto a los que les interesan todos los temas filosóficos y teológicos que aborda don Miguel en esta obra, como a los que les dé reparo encontrarse con tales reflexiones, pues gracias al estilo que emplea Unamuno, nos encontramos con unas imágenes simples pero a la vez completamente bellas y llenas de simbología que harán las delicias del lector. Si alguna vez habéis sentido curiosidad por Miguel de Unamuno, dadle una oportunidad con esta novela corta sobre la angustia de la vida, la duda y la fe; pasead por Valverde de Lucerna y contemplad la nieve caer sobre la montaña y el lago.

Cátedra * Letras Hispánicas * 176 págs. * 8,40€

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jueves, 22 de septiembre de 2016

Reseña: The Thousandth Floor (EL PISO MIL) - The Tower #1

Título: El piso mil
Título original: The Thousandth Floor
Autora: Katharine McGee
Fecha de publicación: 22 septiembre 2016
Editorial: RBA-Molino
ISBN: 9788427210325
Precio: 18 €
Páginas: 400
Edad: +13
Saga: trilogía
Película: no
Sitio web: lecturaadictiva.es
Ilustraciones: no
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Punto de vista narrativo: 3ª pª (múltiple POV)
PRIMER CAPÍTULO


Sinopsis:
A tres kilómetros del suelo, la chica piensa: «Si no hubiese hablado con él». A dos kilómetros del suelo, piensa: «Si no hubiese sido tan estúpida». A un kilómetro del suelo, piensa: «Si hubiese contado la verdad». Después ya no piensa nada. Sus secretos caen al vacío con ella, pero su historia no acabará con su muerte.

Reseña: Era la una y cuarto de la madrugada cuando cerré el libro. Inmediatamente tuve el impulso de sentarme en la silla (recordemos: madrugada; una y cuarto; cama; obvi) y ponerme a escribir esta reseña. Al fin y al cabo hacía más de un año que leer una novela no me provocaba esta sensación, este calorcito en el pecho y temblor en las manos que te lleva a querer compartir con el mundo entero lo que acabas de leer. Daba igual la hora, daba igual que tuviera que dormir. Pero me dije: no, calma; mejor échale un vistazo a Goodreads. A ver qué se cuenta la gente, qué opina, qué les ha parecido. Gossip Girl meets Pretty Little Liars: year 2118. Es un buen resumen. Pero, ¡ah!, las expectativas.

Ya hay gente que dice que puedes leer algo sin expectativas, pero es una mentira muy grande y muy fea. Bueno, sí; puedes intentar leer un libro sin esperarte gran cosa de él. Supongo. Vale, eso puede ser posible. Lo que no puedes es escapar del paratexto: la portada, la contraportada, las solapas, la sinopsis, el título. Todo ello te va a construir una idea previa sobre lo que vas a leer. ¿A qué viene este rollo, Matías? A algo a lo que decían varias usuarias de Goodread: "Problemas de niños ricos. Opulencia. Secretos. Bleh". Reconozco que yo tuve un problema similar: "Año 2118. Un rascacielos hiperfuturista. Una muerte misteriosa. Lo publica RBA-Molino". Mi primer pensamiento fue: "Dios mío, una distopía con toques de Gossip Girl". Digamos que solo acerté con lo de Gossip Girl. A lo que me vengo a referir es que no puedes leerte un libro (en el caso de la edición americana) con una portada fancy, una contraportada con una cita de Cecily von Ziegesar, y una solapa que te destripa la vida de los cinco adolescentes que protagonizan la novela y esperarte algo que no sea opulencia, white girl problems e intrigas galdosianas de telenovela. Mi excusa para esperarme una distopía es que no leí nada más allá de las tres primeras líneas en cursiva de la sinopsis disponible en Amazon. Aun así, a pesar del choque entre mis expectativas y la realidad, no he podido quedar más satisfecho ante lo que me he encontrado.

Así que, ¿qué tenemos entre las manos? Tenemos Manhattan reconvertido en un rascacielos de mil pisos. Tenemos lentillas que funcionan como Smartphones. Tenemos a Avery, una chica planeada genéticamente para ser la más hermosa del lugar y que encima vive en el piso mil, por encima de todo el mundo; pero que no es feliz. Tenemos a Leda, una nueva rica amiga de Avery; pero que no es feliz. Tenemos a Eris, la joven más guapa y rica de toda la Torre, después de Avery, por supuesto; pero que no es feliz. Tenemos a Rylin, una muchacha que vive en el piso 32 que, tras la muerte de su madre, dejó el instituto para trabajar y cuidar así de su hermana; y que, obviamente, no es feliz. Tenemos a Watt, un hacker y un genio de la informática del siglo XXII que sueña con ingresar en el MIT; y que, claro, tampoco es feliz. Tenemos una misteriosa muerte a modo de prólogo: una chica que cae desde lo alto de la Torre. Y tenemos secretos, traiciones, vestidos caros y tacones altos; ambición, sueños, esperanzas y amores no correspondidos y otros que se truncan.

"Sometimes love and chaos are the same thing"

¿Suena atrayente, verdad? Pues mezclémoslo con una narración sencilla que hilvana los sucesos adecuadamente y que se deja leer fácilmente (pero, ¡ojo!, con sutiles detalles que van construyendo la evolución de los personajes y que trazan el camino hasta el fatal desenlace). Añadámosle unos cuantos giros argumentales y un ingenio que le permite a McGee unir y desunir a todos los protagonistas en los que fija su atención. Con todo ello, la autora consigue construir una novela adictiva, coral y caleidoscópica, ya que la narración en tercera persona pero focalizada en distintos puntos de vista (cada capítulo se centra en uno de sus cinco protagonistas) establece juegos especulares gracias a los pequeños detalles que facilitan que el lector se anticipe a los sucesos y se enganche a sus páginas para descubrir cuál será la reacción del personaje o qué resultará del encontronazo entre ellos.

Ahora bien, no es oro todo lo que reluce, y en una novela llena de excesos y joyas, esto no podía ser menos. Si tuviera que sacarle un defecto al debut de McGee, sería sin duda su ambientación, algo escasa en detalles y resbaladiza. Es decir, daría igual que la autora situase su historia en el 2118 como en el 2016: los problemas de los personajes son los mismos que podría tener un adolescente de hoy en día, la sociedad parece exactamente igual a la actual (a excepción de una mayor tolerancia respecto a las diversidades sexuales y raciales), no se da ninguna explicación histórica (¿ha pasado algo en el siglo que nos separa de este futuro?) y el ambiente futurista (las lentillas, los trenes de maximísima velocidad —de NYC a París en 3 horas; ni el AVE de Barcelona a Madrid, oiga—) parece tener únicamente el objetivo de crear una atmósfera más glamurosa y delicada (como un bar en el que las bebidas flotan en forma de burbuja y tú solo tienes que dar sorbos a través de tu cañita particular; el sueño de toda it girl). Sin embargo, esta carencia se convertiría en un grave defecto en el caso de que la intención de McGee fuera escribir una verdadera historia de ciencia-ficción, lo que no parece ser el caso: aquí lo que importa son los amores y desamores de los protagonistas y su relación con el intrincado mundo de lujo y apariencias en el que viven; la ambientación futurista, efectivamente, está de adorno, y en una historia como la que nos presenta, eso no es ningún inconveniente; ahora bien, también hay que señalar que sin cierta tecnología, no habría ciertos problemas...

"(...) Like, listen to this song." She sighed. "It's about being in love even when you never get to see the person, because you're a thousand miles apart. No one would write anything like this now, because our lives are so automated and easy (...)."
"Hey! (...) Don't you like always getting everything you want?"
Avery looked down, suddenly sad. "I don't get everything," she murmured.

En definitiva, no puedo hacer otra cosa que recomendaros su lectura encarecidamente, sobre todo si lo que os apetece leer es una novela de amores no correspondidos, de dramas entre amigas y fiestas lujosas que acaban con traiciones y disgustos. Nos encontramos ante una novela adictiva, magnética y resplandeciente, con unos personajes que cuentan con matices sorprendentes que permiten que el lector pueda identificarse fácilmente con ellos o, como mínimo, entender sus problemas y preocupaciones, aunque no las comparta. Así pues, si no os podéis resistir a los problemas de los ricos al más puro estilo Downton Abbey o Gossip Girl, si os entusiasman las novelas fundadas en sus personajes... no os podéis perder la nueva apuesta de Molino y el debut de Katharine McGee. Y que no os asuste que sea una trilogía... porque tras su final no querréis otra cosa que lanzaros a por su continuación.

La autora: Katharine McGee

Katharine McGee nació en Houston, Texas. Estudió Literatura Inglesa y Francesa en Princeton y cuenta con un Máster en ADE por la Universidad de Standford. En sus años como habitante de un segundo piso en un edificio de Nueva York fue cuando empezó a soñar despierta con rascacielos... y entonces empezó a escribir. El piso mil es su primera novela.


Traducción propia de la solapa de la sobrecubierta de The Thousandth Floor (2016, Harper Collins).

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viernes, 19 de septiembre de 2014

The (Miguel de Unamuno) Experience

The (Classic) Experience es una sección de Lector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.



Niebla, de Miguel de Unamuno

Augusto Pérez es un joven que empieza a vivir cuando ve a una muchacha atravesar la calle en la que él vive y decide seguirla. Sí, literalmente, empieza a vivir cuando la ve: sale de su casa, cierra la puerta, no sabe adónde ir, la ve y la sigue. Y cuando ella llega a su vivienda y la portera lo mira inquisitivamente, piensa que no le queda otra opción que cortejar a esa muchacha, ¿por qué no? Pero la jovencita ya tiene prometido y la cosa se complica. Augusto no piensa rendirse; ahora ha empezado a vivir, Eugenia lo ha hecho vivir en cuanto el lector ha empezado a leer su historia. Y va al casino, habla con su amigo Víctor, se levanta la niebla, se encuentra con Orfeo, repara en Rosario, la niebla espesa. ¿Quién es Augusto?

«(...) ¡Ah, mi azarosa Eugenia! Esta mi vida mansa, rutinaria, humilde, es una oda pindárica tejida con las mil pequeñeces de lo cotidiano. ¡Lo cotidiano! ¡El pan nuestro de cada día dánosle hoy! Dame, Señor, las mil menudencias de cada día. Los hombres no sucumbimos a las grandes penas ni a las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una inmensa niebla de pequeños incidentes. Y la vida es esto, la niebla. La vida es una nebulosa. Ahora surge de ella Eugenia. ¿Y quién es Eugenia? ¡Ah!, caigo en la cuenta de que hace tiempo la andaba buscando. Y mientras yo la buscaba, ella me ha salido al paso. ¿No es esto acaso encontrar algo? Cuando uno descubre una aparición que buscaba, ¿no es que la aparición, compadecida de su busca, se le viene al encuentro? ¿No salió la américa a buscar a Colón? ¿No ha venido Eugenia a buscarme a mí? ¡Eugenia! ¡Eugenia! ¡Eugenia!»

Me daba miedo acercarme a Niebla después de todo lo que había oído sobre ella y de la equivocada idea que tenía de Unamuno por culpa del instituto y de los fragmentos, tan mal elegidos, que había de sus obras en mis libros de texto. Esta idea, pero, se fue diluyendo de mi cabeza sin yo darme cuenta, y no fue hasta que me crucé con Abel Sánchez que me percaté de ello. ¿Y si Unamuno no era un autor tan difícil como me habían hecho creer? ¿Y si... yo había crecido como lector y estaba listo para disfrutarlo? A veces no hay libros pesados, sino lectores ligeros. En algún momento, no sé cuando, dejó de ser pesado o yo dejé de ser ligero. Y al toparme con Niebla di gracias por haberme encontrado primero con Pirandello, por tener experiencia, por saber gracias a él lo que me tengo que esperar ante la palabra metaliteratura. Si bien el propio Unamuno afirma que no conocía ni a Pirandello ni a su obra hasta que empezó a leer en la crítica italiana su nombre junto al suyo propio, los paralelismos entre uno y otro, en su modo de pensar, son claros, y el mismo don Miguel afirmaba esto (tal lo dice él así en el artículo Pirandello y yo, presente en esta edición de Cátedra).

Unamuno juega en Niebla con la identidad y la existencia igual que Pirandello jugó con ellas (más o menos, me estoy adentrando en un terreno que, sinceramente, no conozco demasiado) en El difunto Matías Pascal, pero juega con ellas del mismo modo que luego Pirandello hizo en Seis personajes en busca de autor: a través de la creación literaria. ¿Quién es Augusto? ¿Qué es su vida? ¿Qué es su existencia? Es lo cotidiano, es niebla. Y lo mejor es cómo Unamuno nos transmite esta sensación: primero, el prologuista es Víctor Goti, el mejor amigo de Augusto Pérez; luego, encontramos relatos ajenos a los personajes y, aparentemente, a la trama principal, que pueblan la novela intercalándose con los affaires de Augusto, así como Cervantes hacía en su Quijote; la teorización sobre el término nivola que encontramos esparcida por aquí y por allá a lo largo del libro; y, finalmente, el desenlace mismo de la obra. ¿A qué juega Unamuno?, nos preguntamos; y solo hay una respuesta, o tres, o una triple respuesta: don Miguel juega a escribir sobre escribir, a escribir sobre leer, a escribir sobre existir.

unamuno2Así pues, Unamuno se vale del juego metaliterario para expresar la angustia existencial y, a su vez, utiliza el "romance" entre Eugenia y Augusto y toda la reflexión que este conlleva sobre el amor como correlato para reflejar la dicotomía, o tal vez dualidad, entre la realidad y la ficción. Todo ello lo consigue el escritor bilbaíno a través de una narración escondida entre largos diálogos y profundos monólogos, consiguiendo, gracias a ello, un ritmo fingidamente ágil, ya que el lector tiene que tener los ojos bien abiertos y leer pausadamente para lograr entender bien la obra —o al menos intentarlo, no se trata de una novela sencilla, aún dudo haberla entendido claramente y dudo más lo que os estoy contando— y conseguir captar los mecanismos de los que se vale don Miguel para elaborar este juego literario en el que, como reza la contraportada, «lo único real es el propio acto de lectura».

¿Qué podría decir entonces de los personajes si son solo entes de ficción? Poca cosa o todo. Unamuno deja bien claro que se tratan de ficciones, de personajes sujetos a su poder y a su pluma creadora, sin embargo, nos encontramos con personajes llenos de profundidad, de angustias y preocupaciones, llenos de vida; nos encontramos, en definitiva, con personajes reales a pesar de su claro carácter ficticio; nos damos, pues, de bruces con la total ambivalencia entre la realidad y la ficción, ¿y es que hay algo más real que las dudas sobre la propia existencia?

(...) lo más liberador del arte es que le hace a uno dudar de que exista. Y pienso que tenía razón. Y que el hombre que nunca haya dudado de su propia existencia sustancial, de que sea algo más que una ficción, una sombra, un sueño, o el sueño de una sombra, que dijo Píndaro, no está liberado.
"Una entrevista con Augusto Pérez", Unamuno (Salamanca, octubre 1915).

Aunque no me queda nada más que decir, me cuesta ponerle punto y final a esta reseña, o más bien a este intento de reseña, tan confusa, tan rebuscada, tal larga y tan, tal vez, pedante. Parece que he dicho mucho sin decir nada, o quizás no he dicho nada a pesar de decir mucho. Qué más da, eso no importa, pues lo que importa es la existencia, es la identidad, es escapar de la niebla de la vida. ¿Pero es posible? Leed Niebla.

9,00€ * 304 págs. * Cátedra (Letras Hispánicas)

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miércoles, 30 de julio de 2014

Reseña: LIVE [PLAY #3 - Final]

LA RESEÑA CONTIENE SPOILERS HASTA SU MITAD

Título: LIVE
Título original: LIVE

Autor: Javier Ruescas
Publicación: ya a la venta
Editorial: Montena
ISBN: 9788490430934    
Precio: 16,95 €
Páginas: 461
Edad: + 14
Saga: trilogía
Película: puede!
Sitio web: http://www.playlanovela.com/
Ilustraciones: no tiene
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Punto de vista narrativo: 1 ª persona en pasado

Sinopsis:

EN DIRECTO, LA MÚSICA Y EL AMOR SE VIVEN M ÁS INTENSAMENTE...
Tras su aventura americana, los hermanos Serafin retoman sus carreras artísticas en España: Aarón es un músico de éxito asediado por fans y paparazzi mientras que Leo intenta con poca fortuna triunfar como actor. Al final, parece que la vida lejos de Develstar no resulta tan fácil como esperaban...
Su salvavidas será Ícaro: su amigo americano les propone un viaje por Europa sin preguntas y con los gastos pagados. Ellos solo deben preocuparse de encontrar acompañante... y de pensar a lo grande.
Empieza así un roadtrip lleno de música improvisada y conversaciones acompasadas en el que secretos y confesiones lograrán sellar amistades y despertar nuevos y viejos amores. Al fin y al cabo, lo importante de la vida es vivirla con intensidad.

Nota: 4,5/5


Reseña: Los hermanos Serafin ahora son famosos. Estrellas internacionales. Carne fresca de cotilleo. Bueno, Aarón lo es. Leo hace lo que puede. Sin embargo, por maravilloso que pueda sonar, pertenecer a la jet set no es fácil. A pesar de lo que mucha gente pueda pensar, ser famoso no te convierte en una divinidad: tienes que ir al supermercado, tienes que sacarte el carnet de conducir..., pero no como una persona normal: tienes que hacerlo rodeado de fans y de paparazzi. Y cada una de tus acciones será diseccionada por los medios de comunicación. Guardaespaldas en lugar de padres, escándalos en lugar de citas. Pero cuando Ícaro reaparece en las vidas de los hermanos Serafin y de sus amigos para proponerles un viaje por toda Europa, estos no dudarán en hacer las maletas... y en echarse a vivir.

Le desee buenas noches y, antes de que pudiera leer su respuesta, cerré la sesión y la tapa del portátil. El golpe sonó como un cañonazo. Regresé a mi habitación y cerré la puerta para no dejar entrar las dudas ni las inseguridades. Porque al final, eran esos los monstruos que se escondían agazapados en la oscuridad cuando crecíamos: las opciones que habías descartado a lo largo de la vida. Y madurar... madurar era tan solo cuestión de aprender a enfrentarse a ellas sin rencor ni arrepentimiento.

FIN DE LOS SPOILERS

espanya_industrialHa llovido mucho desde que Ruescas tuiteó "Hey There Delilah" diciendo que había sido la canción que le había inspirado su nueva novela. Ha llovido tanto que el agua nos ha erosionado a cada uno de nosotros y nos ha convertido en personas distintas. ¿Qué podemos hacer, si la vida es así? Nos arrastra y juega con nosotros, cambiándonos, haciéndonos viajar y transformando lugares que antes no significaban nada, que parecían senderos viejos que tan solo nos servían para seguir caminando, en recuerdos, en autopistas de peajes caros de gran importancia en el transcurso de nuestro viaje. La tercera y última entrega de la saga PLAY no se llama LIVE por capricho del autor, eso os lo puedo asegurar: Ruescas aborda en esta ocasión temas algo más profundos, como la vida en todo su esplendor, el amor y sus distintas facetas y la importancia de la amistad y del recuerdo. De hecho, LIVE podría tomarse como un gran epílogo, como una despedida a lo grande de todos aquellos personajes que tanto nos habían encandilado a lo largo de estas tres novelas.

Pasando a los aspectos formales, la narración de Javier Ruescas sigue en la misma linea que en las anteriores entregas: correcta, bien cuidada, sencilla y agradable de leer; el escritor madrileño tiene las palabras adecuadas y sabe cómo utilizarlas, con precisión y sin equivocarse en ningún momento, consiguiendo un relato perfecto. El ritmo, por su parte, es ágil a la vez que pausado, recreando los compases que caracterizan estos viajes, contagiándonos el cansancio y la emoción de descubrir nuevos lugares, intensificada gracias a las descripciones, concisas y detalladas, y no por ello extensas ni tediosas.

leo_playPor otro lado, los personajes son un elemento muy importante a tener en cuenta (no en vano Ruescas se ha dedicado a hacer un curso sobre este particular), ya que nos encontramos ante unos sujetos reales y redondos: Aarón ya no es el mismo chico tímido y retraído que conocimos al principio de PLAY, ojiplático al ver el escenario que habían montado en frente de su casa y una marea de fans que coreaba el nombre de su novia; Leo ya no es el mismo muchacho egocéntrico que esperaba recibir un abrazo al volver de Estados Unidos tras unos años fuera de casa; ambos han evolucionado, ambos han crecido tras sus muchas aventuras y desventuras, pero ambos, en el fondo, y esto es lo que les hace más humanos, siguen siendo aquellos chicos que al subir las primeras covers a YouTube no sabían lo que les iba a caer encima. En definitiva, este cambio en sus personalidades que ya se empezaba a intuir en SHOW lo encontramos potenciado y culminado en LIVE.

Los hermanos Serafin, pero, no son los únicos que nos sorprenden aquí. ¿Cómo olvidar a Zoe, Emma e Ícaro? Cada uno de ellos más carismático que el anterior. En esta última parte de la trilogía PLAY tendremos la oportunidad de conocerlos mejor y de descubrir facetas suyas que no habíamos podido apreciar antes, convirtiéndose así en personajes tan tridimensionales como los que forman el dúo protagonista de la saga. Ahora bien, no todo son reencuentros: también encontramos a nuevos personajes que nos cautivarán tan desinteresadamente como todos los ya mencionados, ya sea para bien o para mal.

Mira, lo que intento decir es que para mí un beso es algo más que dos labios que se juntan. Es... el punto álgido de una atmósfera, de unos sonidos, de una cercanía, de unas palabras. Al menos un beso de verdad. Y si llegamos a compartir uno, quiero que sea así.

Sin embargo, hay algo en la última obra de Ruescas que, personalmente, no me ha convencido: las constantes referencias a elementos de la cultura pop (aunque alguno de ellos tenga un sentido más profundo y un papel relevante en la trama, lo que sí me ha gustado) me han resultado pesadas en algún momento u otro, algo que se debe a mi excesivo gusto por la atemporalidad, ya que, en realidad, los fans de dichos elementos encontrarán esto refrescante; y además, seguro que las menciones despertarán curiosidad en aquellos que no las conozcan.

play_fan_artEn definitiva, LIVE se trata de un cierre ideal de la trilogía, de un epílogo necesario para pasar la última página de la historia de los hermanos Serafin, narrada con una pluma que ha ido creciendo poco a poco pero que sigue atrapando tan bien como el primer momento. A mí me costará decirles adiós, tanto por la historia que me han ofrecido como por los momentos, tan especiales y señalados, que he vivido con ellos. Pero eso es la vida, principios y finales; encuentros, reencuentros y despedidas; experiencias que pasarán a ser recuerdos y recuerdos que fueron experiencias. Y vosotros, ¿a qué estáis esperando para descubrir su historia?


El autor: Javier Ruescas

Javier Ruescas Sánchez nació el 14 de diciembre de 1987 en Madrid. Tras cursar sus estudios de primaria, ESO y bachillerato en el mismo colegio, decidió probar suerte en Ingeniería de Montes. No duró ni 6 meses. Tras valorar diferentes opciones decidió que lo que más le convenía era estudiar Periodismo; carrera en la que se acaba de licenciar.
Comenzó a escribir a la temprana edad de 11 años, y a los 15 ya enviaba sus manuscritos a las diferentes editoriales que pudieran estar interesadas en su trabajo, sin más resultado que unas cuantas respuestas negativas.
No fue hasta 2009 que su primera novela vio la luz. De temática juvenil fantástica, la trilogía Cuentos de Bereth le situaría en el panorama literario juvenil actual como uno de los escritores españoles más jóvenes.

A parte de escribir, Javier es el diseñador y director de múltiples páginas webs relacionadas con la literatura juvenil que le han reportado fama mundial. Creó el primer site oficial de Peter Pan en español y más tarde el de La Saga Crepúsculo, de Stephenie Meyer (www.crepusculo-es.com) y el de Ghostgirl (www.ghostgirl.es), entre otras. Además, trabaja como reportero y maquetista en la conocida revista de literatura juvenil on-line www.eltemplodelasmilpuertas.com.

Ilustraciones de la reseña de Laura Moreno

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lunes, 14 de julio de 2014

The (Jane Austen) Experience III

The (Classic) Experience es una sección de Lector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.


Orgullo y prejuicio, de Jane Austen

orgullo y prejuicioEs una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa. Es algo que todo el mundo sabe, hasta el mismo susodicho, y es que se trata de una verdad tan arraigada en las mentes de su vecindad que poco les importa los sentimientos del desdichado y adinerado caballero, pues cada una de las familias que lo rodean lo consideran de su legítima propiedad o de la de una u otra de sus hijas.
A decir verdad, no hay nadie quien tenga tan presente esta regla universal como la señora Bennet, y aunque su comportamiento llegue a parecer exagerado o incluso ridículo, su situación no es para menos: cinco hijas, la mayor de las cuales ya raya los veintidós años, una renta escasa para tan amplia familia, y una hacienda que, a la muerte de su marido, pasará a un desconocido primo de este. ¿Cómo podría pensar en otra cosa que no fuera el matrimonio en tal situación?

Es por ello que la familia queda totalmente trastocada cuando Netherfield Park, una mansión de la vecindad, es alquilada por el joven, atractivo, soltero y, más importante, adinerado (¡5000 libras al año!) señor Bingley. ¡Y cuán afortunada se siente la señora Bennet cuando se percata de la evidente preferencia que siente el joven, atractivo, soltero y adinerado Bingley por su hija mayor, Jane!
Pero no todo iba a ser tan maravilloso: las hijas menores, Kitty y Lydia, son dos bobaliconas que se dedican a perseguir a los oficiales del regimiento acampado en Meryton. Y Bingley no viene solo: le acompañan sus altivas y clasistas hermanas y un amigo más rico que él (¡¡10000 libras al año!!), el señor Darcy, pero orgulloso, demasiado orgulloso, por lo que Elizabeth, la segunda de las señoritas Bennet, no tardará en despreciarlo y en jurar que jamás bailará con él.

—Reconozco —dijo Darcy— que no tengo la habilidad que otros poseen de conversar fácilmente con las personas que jamás he visto. No puedo hacerme a esas conversaciones y fingir que me intereso por sus cosas como se acostumbra.
—Mis dedos —repuso Elizabeth— no se mueven sobre este instrumento del modo magistral con que he visto moverse los dedos de otras mujeres; no tienen la misma fuerza ni la misma agilidad, y no pueden producir la misma impresión. Pero siempre he creído que era culpa mía, por no haberme querido tomar el trabajo de hacer ejercicios. No porque mis dedos no sean capaces, como los de cualquier otra mujer, de tocar perfectamente.
Darcy sonrió y le dijo:
—Tiene usted toda la razón. Ha empleado el tiempo mucho mejor, Nadie que tenga el privilegio de escucharla podrá ponerle peros. Ninguno de los dos toca ante desconocidos.

pride-and-prejudice__1Orgullo y prejuicio es uno de esos clásicos, como tantos otros, de los que popularmente se tiene un concepto totalmente distorsionado, probablemente a causa de esta popularidad. La idea tradicional postula que se trata de una de las mejores novelas de amor de toda la literatura, concepto similar al que se tiene de Cumbres borrascosas, y me pregunto a qué nivel se horrorizaría Austen al ver que su obra ha sido tan simplificada a través de dos siglos. Que nadie me malinterprete, pues no estoy diciendo que el público lector sea cada vez más tonto y más simple, aunque sí se ha ido haciendo más amplio y, por lo tanto, menos intelectual y selecto (no, esto no era una defensa del elitismo literario, sino una simple observación). Lo que sí ha cambiado y lo que sí perjudica la lectura y la comprensión de Orgullo y prejuicio es la sociedad. Si queremos entender bien las novelas de Austen, o al menos acercarnos a lo que probablemente quería transmitir la autora (de lo cual, en cualquier escritor, nunca podremos estar totalmente seguros y no es la única lectura que podemos extraer), tenemos que tener un conocimiento básico de esta sociedad tan característica que nos muestra Jane Austen: la sociedad burguesa inglesa de finales del XVIII y principios del XIX.

No, la sociedad de Austen no es victoriana. Normalmente se conoce por el nombre de georgian society, ya que este período histórico coincidió con el reinado de Jorge III; se trata de los años en los que Inglaterra se vio sacudida por la Guerra de Independencia Norteamericana, la posterior pérdida de las Trece Colonias, la Revolución francesa, las invasiones napoleónicas y el inicio de la Revolución pride-and-prejudice__3Industrial; sin embargo, todos estos fenómenos no interesan en la obra de Austen: nuestra autora nunca habla ni de política ni de historia (muy al contrario de lo que hacía otro autor con tendencias realistas coetáneo a Austen, Honoré de Balzac), sino que se limita a mostrar su sociedad y el comportamiento humano dentro de esta: se trata de una sociedad burguesa, campestre, que vive de las rentas y desprecia el comercio y cuyos únicos entretenimientos eran la lectura, los paseos, las cartas y los bailes; y que, por encima de todo, ansiaban el prestigio que comportaba la compañía de la nobleza.

A partir de todo esto podemos entender el comportamiento de la señora Bennet y de sus hijas menores (Lydia y Catherine), ciertos deseos de la señorita Bingley y la reverencia que despierta lady Catherine de Bourgh en el señor Collins y en la mayoría de personajes de la novela..., excepto en Elizabeth Bennet. Efectivamente, todos los personajes que cumplen cada una de las características de lo que sería un individuo corriente de la georgian society son completamente ridiculizados mediante una aguda sátira a lo largo de la novela.

Sin embargo, Lizzy, la adorada y popular Elizabeth Bennet, la que la comunidad janeite alza como la mejor heroína de Jane Austen y su preferida (no me incluyáis en este grupo), tampoco queda libre de burla, no, al menos a mi parecer. El hecho de que el desprecio de Elizabeth hacia Darcy se inicie en un comentario tan banal como «No es lo bastante guapa como para tentarme» (algo que fácilmente podría haber olvidado), dice mucho del orgullo que también se encuentra en Lizzy, pero no solo eso: si nos fijamos, los sentimientos de Elizabeth empiezan a cambiar en cuanto visita a Pemberley, incluso bromea sobre ello con su hermana Jane. Por otro lado, podemos fijarnos en el propio Darcy, que si bien cuenta con una personalidad y una historia, podemos observar dos aspectos curiosos: que lo que más le define es ser el amo de Pemberley y de la mitad de Derbyshire y que su nombre es «Fitzwilliam»; en las Chatsworth_Bridgelenguas anglosajonas, el prefijo «fitz» acostumbra a significar «hijo de», y aunque no conocemos el nombre del antiguo señor Darcy, el padre de Fitzwilliam, fácilmente podría ser este «William»: así, el tan adorado Fitzwilliam Darcy no sería más que el hijo de alguien y el poseedor de una mansión. Así, la digna Elizabeth, la defensora a capa y espada del matrimonio por amor, de la dignidad, acaba enamorándose (gradual y sutilmente) de una casa y de una abultada renta, no de un hombre.

No podría acabar este intenso alegato, en que se ha convertido la reseña, sobre la sátira social que representa en realidad Orgullo y prejuicio sin hablar de la maravillosa prosa de Austen: me gusta definirla como «ordenada» porque ese es el efecto que produce, las palabras están donde corresponden y Jane Austen consigue con ello que pensemos lo que tenemos que pensar, que nos hagamos una idea determinada (aunque ello pueda difuminarse a causa del paso del tiempo). Pero lo que en realidad cabe destacar es la fina ironía austeniana, tan bien disimulada que a ojos de un lector ingenuo no es apreciable (en mi primera lectura, todo me lo tomé en serio, y así de poco me gustó), pero que a ojos de un lector atento y conocedor de esa sociedad, no dejará de despertar en él sonrisas divertidas y grandes y espontáneas carcajadas.

pride-and-prejudice__2No me queda otra, pues, que recomendar fervientemente la lectura de Orgullo y prejuicio, pero no la recomendaría a todo el mundo como primera incursión en Austen. Orgullo y prejuicio, aunque no es la obra más compleja de la escritora inglesa (considero que este puesto corresponde a Mansfield Park), sí es la más satírica e irónica, la más aguda y la que ofrece más interpretaciones, por lo que se trata de una lectura que tiene que hacerse cuidadosamente para poder ver más allá de la historia de amor que se nos ha dicho popularmente que ofrece.

408 págs * 12,50€ * Ediciones Cátedra (Letras Universales)
*Edición conmemorativa 30 años de Letras Universales*

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viernes, 11 de julio de 2014

The (Luigi Pirandello) Experience

The (Classic) Experience es una sección de Lector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.


Seis personajes en busca de autor, de Luigi Pirandello

Nos encontramos ante el ensayo de una obra de teatro. El tramoyista está clavando algo. El director de escena le llama la atención. ¿Qué hace? ¡Déjelo, déjelo! Ya lo hará luego, que el director está a punto de llegar. Y llega, y llega. ¿Quién falta? La Primera Actriz. ¡Buff, siempre llega tarde! ¡No hay día que sea puntual! Que no, que no, que ya llega. Lo siente mucho, ella no lo hace a propósito. Bueno, que empiece el ensayo. ¡Qué obra más rara! ¿Papeles dentro de papeles? ¿Lo entiende? Pues no. Yo tampoco, pero a ensayar. Ahora unos señores preguntan por el director. «¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren?». «Hemos venido en busca de un autor».

PADRE. (Digno, pero no altivo.) Mire, señor: un personaje, en cualquier circunstancia, puede preguntar a un hombre: «¿Quién eres?» Porque un personaje posee en verdad una vida propia, una naturaleza propia, por lo cual siempre es alguien. Mientras que un hombre, no me refiero a usted ahora, un hombre, así, en general, puede ser nadie.

No me resulta nada sencillo reseñar teatro, e intentar reseñar una obra metateatral y rayana en el existencialismo, no hace más que suponerme un reto mayor. Pero aquí me hallo, intentándolo fervientemente, luchando contra las palabras, ya que desde las mismísimas primeras páginas del prefacio, Seis personajes en busca de autor me maravilló instantáneamente. Incluso aún recuerdo cómo en primero de bachillerato, en Literatura universal, me topé con Pirandello y me sentí fuertemente atraído hacia su obra.

Como os decía, la obra de Pirandello no es solo metateatral, sino que también supone un estudio sobre la existencia y la condición humana. El teatro del escritor italiano (así como toda su obra en general) gira alrededor de dos temáticas: la estructura del laberinto, es decir, cómo en nuestra vida tomamos unas decisiones u otras que nos llevan por un camino u otro, pero cuya forma no llegamos nunca a conocer; y el tema de la máscara: cómo cada uno de nosotros construimos diversos personajes que interpretamos en distintos momentos y que detrás de ellos no hay nada más, es decir, cómo el ser humano no es otra cosa que un vacío que se va recubriendo de máscaras.

pirandelloEsto es lo que vemos en Seis personajes en busca de autor: personajes más reales que los mismísimos humanos. Por un lado, tenemos a unos actores que encarnan a Actores, y por otro, a actores que encarnan a Personajes. La iluminación para unos y para otros es distinta, también su disposición en el escenario; Pirandello no quiere dejar lugar a la equivocación: los Actores no son personajes, y los Personajes, tampoco. Los Personajes son Personajes, no actores que encarnan a personajes, sino Personajes de verdad, recién formados, recién nacidos, que, desesperados, buscan a un autor que plasme su historia. Son Personajes que llegan a ser Personas: entran al escenario por el patio de butacas, vienen de la calle, son reales.

PADRE. [...] ¡Qué se le va a hacer! Cada uno de nosotros, señor, exteriormente, ante los demás, se reviste de dignidad; pero en su interior conoce muy bien todo lo que de inconfesable acaece en su intimidad. Caemos, caemos en la tentación, e inmediatamente después nos levantamos, ansiosos acaso por recomponernos una cumplida y sólida dignidad, como una lápida sobre una fosa, una lápida que esconde y sepulta a nuestros propios ojos toda traza y hasta el recuerdo de la vergüenza. Siempre es así; pero no tenemos el coraje suficiente para decir ciertas cosas.

Poco más podría deciros sobre esta obra de Pirandello sin arruinaros la experiencia de leerla por vosotros mismos: su magia reside en saber de ella cuanto menos mejor y dejar que los diálogos os descubran la historia que guardan estos Personajes. Si os llama lo más mínimo, tenéis que lanzaros a ella; en especial aquellos que se hayan visto acosados por personajes en su cabeza, que se encontraban con ellos por la calle y que, desesperados, han acabado gritándoles qué es lo que buscaban.

334 págs. (junto a Cada cual a su manera y Esta noche se improvisa)
* 16,80€ * Ediciones Cátedra (Letras Universales)

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miércoles, 9 de julio de 2014

The (Friedrich von Schiller) Experience

The (Classic) Experience es una sección de Lector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.


Los bandidos, de Schiller

El viejo Conde de Moor está enfermo, y aprovechando que su hijo Karl está ausente, el hermano de este, Franz, no duda en desprestigiarlo mediante una carta falsa para apartarlo del cariño de su padre y convertirse en el único heredero. Karl, por su parte, al enterarse del desprecio de su padre, decide, junto a sus amigos libertinos, convertirse en un bandido y hacer justicia viviendo al margen de la sociedad. Sin embargo, Amalia, la prometida de Karl, desconfía de Franz y empieza a descubrir la verdad...

Igual que la Ilustración no es lo mío, el Romanticismo alemán, tampoco. Y me atrevería a ir más allá y afirmar que la tragedia romántica tampoco se ha convertido en mi género teatral predilecto. Nunca antes había leído nada de Schiller, y aunque Guillermo Tell me llamaba la atención (más por ser una de sus obras más conocidas que por otra cosa), decidí tirar por Los bandidos para tantear el terreno. Y no me ha gustado el estado en el que se encuentran esas tierras.

La tragedia romántica se caracteriza, principalmente, por representar la lucha del hombre contra la sociedad. El drama de Schiller, en más de una ocasión, más que rebelde y fuerte me ha resultado amanerado y ridículo. Las muestras de excesiva heroicidad romántica y los gestos elevados y sublimes (la espada con un mensaje escrito en sangre, por ejemplo) me han parecido patéticos y me han hecho poner los ojos en blanco, ya fuera porque no era capaz de creérmelos o bien por una predisposición, totalmente involuntaria por mi parte, a identificarme con ellos.

Friedrich-von-Schiller-002Por otra parte, los pomposos soliloquios y diálogos en pro de la justicia y el honor, y aquellos que funcionaban como mecanismos de extensas reflexiones filosóficas, tampoco han sido de mi agrado. Exacto, de mi agrado, porque a pesar de que yo no haya encontrado gusto en ello, no puedo negar la importancia ni el mérito de la obra de Schiller. Por otro lado, no he conseguido congeniar con ninguno de los personajes, los cuales me han llegado a parecer tan afectados como sus propias intervenciones: todo me parecían palabras que pretendían decir mucho pero que no expresaban nada.

En resumidas cuentas, Los bandidos ha sido una obra que no ha conseguido cautivarme y de la que no he sabido apreciar su valor. No podría recomendarla, pero tampoco dejar de hacerlo, ya que el argumento es, en sí, interesante, lo que a mí me ha disgustado es esa emoción que se antoja como pomposidad, así que si alguien decide atreverse, que lo haga bajo su propia responsabilidad.

256 págs. * 11,30€ * Ediciones Cátedra (Letras Universales)

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lunes, 7 de julio de 2014

The (Elizabethan theatre) Experience

The (Classic) Experience es una sección de Lector Empedernido -como si yo fuera el único intelectual que reseña clásicos- en la cual haré pequeñas reseñas de las novelas clásicas que vaya leyendo (desgraciadamente, son pocas). Esta sección es aperiódica, es decir, tendréis una entrega siempre que a mi me salga del monóculo.


Antonio y Cleopatra, de William Shakespeare

Marco Antonio era uno de los tres triunviros del Segundo Triunvirato de Roma, portador de una tercera parte de la tierra. Cleopatra era la reina de Egipto, señora seductora del Nilo que da más hambre cuanto más alimenta. Antonio y Cleopatra se enamoran y viven su pasión durante años. Uno de los tres pilares del mundo acaba siendo el bufón de una ramera. El fuerte y poderoso triunviro se convierte en un hombre mayor incapaz de ganar una guerra. La cautivadora y bella reina se convierte en una mujer consumida por la espera y los celos. Ambos dejan de ser aquello de lo que se habían enamorado.
César Octaviano empieza a mover sus hilos. La guerra estalla. El mundo es demasiado pequeño para abarcar el amor y el poder. El mundo es demasiado pequeño para Cleopatra y para Antonio. El cielo se derrumba y la tierra se parte en dos. Solo la muerte puede unirlos.

CLEOPATRA

¿Por qué había de pensar que eras fiel y eras mío
(aunque tus juramentos sacudiesen el trono de los dioses)
si has sido infiel a Fulvia? ¡Qué locura tan desenfrenada
dejarse enredar con esos votos hechos de labios para
[afuera
y que se rompen nada más jurarlos!

ANTONIO

Mi dulcísima reina...

CLEOPATRA

No, te lo ruego, no le busques pretexto a tu partida,
dime tan solo adiós, y vete: cuando me suplicabas por
[quedarte,
entonces sí era tiempo de palabras; nada había entonces
[de partidas;
la eternidad estaba en nuestros labios, estaba en nuestros
[ojos,
y el arco de las cejas mostraba la felicidad; no había
[parte en nosotros
por muy pobre que fuese que no viniera de los cielos.
[Y aún es así,
oh tú, el soldado más grande de la tierra, convertido ahora
en el más grande mentiroso.

Como algunos sabéis, no era un gran admirador de Shakespeare. Romeo y Julieta me pareció un despropósito, y Hamlet, me doy cuenta ahora, no fue una obra que supe comprender en su momento, en parte, seguramente, por las prisas con las que me tuve que leer la obra para clase. Sin embargo, luego llegó la lectura de El rey Lear, que me hizo respetar algo más al dramaturgo inglés. Y por último he sido placado por la tragedia de Marco Antonio y Cleopatra. No era un gran admirador de Shakespeare porque ahora, creo, lo soy. Aunque sigo siendo anti-Stratfordiano.

Antony_and_CleopatraSi bien Romeo y Julieta nos mostraba un amor pasional, insensato y juvenil, un amor, en definitiva, que daba ganas de desear cualquier fatal desenlace, en Antonio y Cleopatra encontramos un amor adulto, un amor sólido y, como no (¿hay alguno que no lo sea?), insensato en un inicio, que evoluciona hacia un amor egoísta que hace perder los papeles a ambos protagonistas. Una vez más, los personajes shakespearianos son cosmovisiones individuales, islas perdidas en la inmensidad de la existencia, incomunicadas, que se equivocan por su incapacidad de comunicarse.

Paradójicamente, y aquí reside la magia de Shakespeare, su obra se construye sobre la palabra. Todo es palabra: el espacio, las relaciones entre los personajes, el tiempo; todo nos llega a nosotros, como lectores, a través del diálogo, y así nos percatamos del paso (o no paso) del tiempo y de la evolución de la relación entre Cleopatra y Antonio. Pero, obviamente, Shakespeare no utiliza sus versos como simples mecanismos narrativos: en esta obra he tenido el placer de encontrarme con los versos más hermosos del dramaturgo inglés que he tenido la oportunidad de leer.

ANTONIO

[...] ¡Oh tú, la luz del mundo,
ciñe mi cuello armado con tus brazos! ¡Salta hasta mi
[corazón,
atravesando mi coraza, y cabalga triunfante sobre él
siguiendo sus latidos!

Tampoco me gustaría acabar la reseña sin mencionar el fuerte carácter de Cleopatra, un personaje consciente de que es personaje, consciente de que con su palabra se está representando frente Antonio, frente a sus vasallos y frente al mismísimo público. Todas y cada una de sus intervenciones están llenas de esta consciencia, lo que la convierte en un personaje fascinante a la vez que odioso.

Así pues, ¿le tenéis ojeriza a Shakespeare? ¿No os ha encandilado su lenguaje a veces sublime y, otras, vulgar? Yo no podría hacer otra cosa, entonces, que recomendaros Antonio y Cleopatra, una tragedia sobre el amor y el poder y la imposibilidad de reconciliar ambos.

712 págs. (ed. bilingüe) * 12,30€ * Ediciones Cátedra (Letras Universales)


Eduardo II, de Christopher Marlowe

Hace mucho tiempo, en Inglaterra, gobernaba el rey Eduardo II, esposo de la reina Isabel de Francia y amante de su fiel Gavestone. Nada de esto resultaría extraño: todos los reyes han tenido amantes alguna vez. Pero tras la vuelta de Gaveston después de su exilio, todo se complica... Eduardo no puede evitar colmar de atenciones a su favorito, dilapida el dinero de la corona en fiestas y en caprichos; la corte empieza a molestarse, ¿cómo alguien tan despreciable como Gaveston puede tener más privilegios que los miembros de la aristocracia?; y la reina Isabel, sola e ignorada por un marido que no puede sentirse atraído por sus encantos, cada vez encuentra más placer en las atenciones que le dedica el joven Mortimer, quien no solo ansía conquistar el corazón de la reina, sino la mismísima corona...

MORTIMER EL JOVEN. ¿Cómo podéis amar a quien
todo el mundo odia?

REY. Porque él me ama más que todo el mundo junto.
Y nadie salvo hombres insensibles y brutales
Podrían buscar la ruina de mi Gaveston.

Nunca antes había leído nada de Marlowe, pero sí estaba al corriente de la supuesta rivalidad que hubo entre él y Shakespeare..., o de si realmente el nombre de "William Shakespeare" no era otra cosa que un pseudónimo del propio Christopher Marlowe, ya que se desconoce tanto la vida del famoso poeta inglés y tan poco rastro dejó de su personalidad en sus obras, que a veces llega a considerarse que Shakespeare no es más que una firma. El caso es que decidí lanzarme a probar a Marlowe con Eduardo II por dos sencillas razones: se trata de la primera obra moderna en abordar la homosexualidad y se considera el antecedente de los dramas históricos shakespearianos.

Efectivamente, Eduardo II es la primera obra perteneciente a la modernidad, es decir, que no forma parte de la literatura clásica (grecolatina), en la que podemos encontrar una historia de amor entre dos hombres; pero no solo eso: Marlowe inscribe esta relación en los términos propios del amor trovadoresco y de la tradición provenzal, algo que nos puede parecer hasta revolucionario teniendo en cuenta que hablamos de una obra publicada a finales del siglo XVI. Lo interesante aquí no es solo este aspecto, sino también la capacidad de Marlowe de pasar de un estilo a otro, combinando el estilo ovidiano con el de la crónica histórica o con el mismo estilo trovadoresco.

CristopherMarlowePor otro lado, es interesante fijarse en el papel que cumple la palabra en la obra de Marlowe: igual que en Shakespeare, la palabra lo es todo: construye el escenario y los cambios de escena, la psicología de los personajes y sus conflictos. Aquí, los soliloquios tienen una gran importancia: a partir de ellos los personajes no solucionan los problemas que los inquietan, sino que muestran su fragilidad; estos problemas, además, no los sacuden solo a ellos, sino que también infieren en el resto de personajes que los rodean. Es precisamente esto lo que hace de Eduardo un personaje tan asombroso: el rey duda entre entregarse por completo a su amor por Gavestone, que es lo que realmente desea hacer, o bien cumplir con sus obligaciones como monarca, a lo que intenta obligarle la corte; todo ello, por su parte, influye en la reina Isabel de una manera que resultará fatal para Eduardo; vemos, así, como todos los personajes se ven unidos por sus conflictos internos, conformando una compleja red que desatará la tragedia.

REINA. Al cielo pongo por testigo
De que tú eres mi único amante.

(Salen todos, excepto la REINA.)

¡Así se aleja de mi cariño!
¡Ojalá mis brazos pudieran cercar esta isla,
Y pudiera atraerle hacia mi, donde yo quisiera!
¡Ojalá que estas lágrimas, que llueven de mis ojos,
Tuvieran poder para conmover su corazón de piedra,
Y que, una vez juntos, nunca volviéramos a separarnos!

En resumen, también quiero recomendaros la lectura de Eduardo II, una pieza que me ha hecho admirar a Marlowe y me ha abierto el camino para explorar a un nuevo autor que, a pesar de ser el precursor de Shakespeare (o, quien sabe, incluso puede que sea el mismo Shakespeare), ha quedado oculto tras su sombra en los institutos. Por mi parte, aprovecharé esta edición de Cátedra para poder seguir explorando a Christopher Marlowe con El judío de Malta.

464 págs. (junto a El judío de Malta)
* 16,80€ *
Ediciones Cátedra (Letras Universales)

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martes, 18 de febrero de 2014

Reseña: Eleanor & Park

eleanor-park_portadaTítulo: Eleanor & Park
Título original: Eleanor & Park

Autora: Rainbow Rowell
Publicación: ya a la venta
Editorial: Alfaguara
ISBN:
9788420415703 
Precio: 15,50 €
Páginas: 300
Edad: + 12
Saga: Autoconclusivo
Película: no
Sitio web: no
Ilustraciones: no tiene
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Punto de vista narrativo: 3ª pª pasado

Sinopsis:

Una historia de amor entre dos outsiders lo bastante inteligentes como para saber que el primer amor nunca es para siempre, pero lo suficientemente valientes y desesperados como para intentarlo.

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«—Bono conoció a la que sería su mujer en el instituto —dijo Park.
—Sí, y también Jerry Lee Lewis —contestó Eleanor.
—No estoy bromeando.
—Pues deberías. Tenemos 16 años —dijo Eleanor.
—¿Y qué pasa con Romeo y Julieta?
—Superficiales, confundidos y, posteriormente, muertos.
—Te quiero, y no estoy bromeando —le dijo Park.
—Pues deberías».

Nota: 4,7/5

Reseña: Eleanor pertenece a una familia desestructurada; Park pertenece a una familia feliz. Eleanor es la nueva del instituto y se ríen de ella; Park es el bicho raro del instituto pero pasan de él. Eleanor necesita sentarse en el autobús; Park tiene un asiento vacío a su lado. Eleanor empieza a leer los cómics de Park en el autobús; Park pasa las páginas de sus cómics más lentamente para que Eleanor pueda leerlos. Eleanor es gorda, patosa y siempre viste raro; Park es asiático, delgaducho y siempre viste de negro. Eleanor y Park se enamoran.

-Hala, mírala. Cualquiera diría que acaba de matar a alguien.
Park volvió la cabeza a toda prisa. Era Eleanor. Y le sonreía.
Lucía una de esas sonrisas que ves en los anuncios de dentífrico, con todos los dientes al descubierto. Debería estar siempre sonriendo, pensó Park: su rostro cruzaba el límite que separa lo extraño de lo bello. Park quería hacerla sonreír así constantemente.
Cuando el señor Stessman entró, fingió caer de espaldas contra la pizarra.
-Dios mío, Eleanor, déjelo ya. Me está deslumbrando. Ahora entiendo por qué guarda esa sonrisa a buen recaudo, los pobres mortales no podrían soportarla.

eleanor_park3Quería leer este libro cuando tan solo se trataba de una portada bonica que circulaba por las estanterías de Goodreads; sin embargo, por una cosa o por otra, no acaba de lanzarme, en parte por falta de tiempo, en parte por falta de dinero, en especial por falta de dinero. Hacia inicios de septiembre me llevé una grata sorpresa al saber que Alfaguara la traería a nuestro país, así que decidí esperar a que, con suerte, llegara a mi buzón (aunque Andvari se mordiese las uñas porque no lo leyera en seguida); cuando lo hizo, aunque estaba muy ilusionado, me encontraba atrapado bajo las lecturas obligatorias de la universidad, así que tuve que aparcarlo para otro momento. Entonces todo estalló. En mis ratos libres, paseaba por la blogosfera y la historia de Eleanor y Park inundaba el vasto océano virtual, la portada color crema empezaba a rebosar y yo me empecé a hartar a pesar de que todo eran comentarios positivos y alabanzas sin medida. No podía ser tan buena, seguro que se trataba de una moda más, como siempre. Me empaché antes de empezar a comer. Pero cuando acabé los exámenes, decidí darle una oportunidad, aprovechando que después de la tempestad había venido la calma. Pero aquí me encuentro, avivando de nuevo la tormenta.

eleanor_parkDecir que Eleanor & Park ha sido una grata sorpresa sería incorrecto, ¿es una sorpresa que me haya gustado tanto cuando todas las reseñas que circulaban por la red lo vaticinaban? Sin embargo, así ha sido, ya que en realidad acabé ignorando todas y cada una de ellas. Y gracias a ello he podido disfrutar al máximo de la obra de Rowell. Su narración recrea una ilusión de sencillez: si bien es ágil de leer, las comparaciones y metáforas que emplea requieren cierta reflexión y son muestra de una asombrosa sensibilidad. El ritmo, por su parte, resulta más que adecuado, pues no es excesivamente rápido, es más, es casi pausado (sin resultar tedioso) y tampoco cuenta con grandes sobresaltos que provoquen una irregularidad. Por lo que a las descripciones respecta, sorprendentemente han resultado ser una verdadera delicia, todo gracias al ya mencionado estilo de Rainbow Rowell: es muy difícil hacer comparaciones como las que logra la autora sin que resulten ridículas ni sin que el lector frunza el ceño de incredulidad.

Estaba bastante segura de que era asiático, pero no al cien por cien. Tenía los ojos verdes. Y la piel del color del sol a través de la miel.

Los personajes, por otro lado, están perfectamente trabajados, especialemente los dos protagonistas; si bien los secundarios pecan de estar algo estereotipados (aunque alguno que otro puede sorprendernos), Park y Eleanor son dos adolescentes con inquietudes e inseguridades, con sus más y sus menos, que soportan todo tipo de situaciones que pueden llegar a sobrepasarlos. Rowell ha conseguido construir a unos protagonistas totalmente humanos cuyos sentimientos consiguen ir más allá del papel y conmovernos.

Antes de terminar la reseña, es necesario destacar el papel de los detalles en la novela de Rowell: se trata, al menos en Eleanor & Park, de una escritora de momentos, de instantes fugaces, de sensaciones, como fotos tomadas con una polaroid. Estos detalles se van entrelazando unos con otros hasta formar un significado completo que nos roba el aliento; todo tiene sentido, Rainbow Rowell, en ocasiones, es parca en palabras, y con razón, no escribe eleanor_park2ni una palabra que pueda ser eliminada, pues escribe lo justo, a veces escribe sin la necesidad de escribir. Todo este efecto se potencia gracias a la narración que, a pesar de ser en tercera persona, intercala los puntos de vista de ambos personajes de tal modo que llegamos a saber la influencia de sus propios actos sobre el otro así como sus pensamientos.

PARK
Aquella mañana, en clase de literatura, Park advirtió que el pelo de Eleanor se transformaba en una suave pelusa roja en la zona de la nuca.

ELEANOR
Aquella tarde, en clase de historia, Eleanor reparó en que Park mordisqueaba el lápiz para concentrarse- Y en que la chica que tenía detrás (como se llama, Kim, la de las tetas grandes y la bolsa Esprit de color naranja) estaba colada por él.

Asi pues, puede que Eleanor & Park no sea una historia que destaque por su originalidad, pero sí por su estilo, por su modo de decir las cosas sin decirlas, por su extrema sensibilidad, por sus protagonistas humanos y carismáticos. Ahora bien, no voy a engañar a nadie, aunque a mí me ha gustado, aunque a mucha gente le ha gustado, no se trata de una historia para todo el mundo; se trata de una historia con la que hay que congeniar; se trata de estar dispuesto a recordar esos mismos sentimientos.

Nada más oírlo, Eleanor sonrió. Y cuando Eleanor sonreía, algo se rompía dentro de Park.
Algo se rompía siempre.

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Las fotos originales de las cabeceras han sido buscadas en Wehearit.

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