Reseña: Cordón umbilical
Título: Cordón umbilical
Autor: Daniel de Vicente
Publicación: ya a la venta
Editorial: Antígona
ISBN: 9788492531936
Precio: 14 €
Páginas: 132
Edad: + 14
Saga: no
Película: Función.
Sitio web: no
Ilustraciones: no tiene
Encuadernación: tapa blanda con solapas Comprarlo en: Amazon / Casa del Libro (e-book)
Sinopsis:
Autor: Daniel de Vicente
Publicación: ya a la venta
Editorial: Antígona
ISBN: 9788492531936
Precio: 14 €
Páginas: 132
Edad: + 14
Saga: no
Película: Función.
Sitio web: no
Ilustraciones: no tiene
Encuadernación: tapa blanda con solapas Comprarlo en: Amazon / Casa del Libro (e-book)
Sinopsis:
En la celebración del veinticinco aniversario de Javier y Laura, la hija del matrimonio, Ana, les comunica a sus padres y a su novio David una noticia que nadie esperaba. Esa noticia cambiará el devenir de los acontecimientos de los cuatro, pero también influirá en el transcurrir de Alberto, que pronto conocerá a David en una discoteca; y en el de su compañera de piso Lucía, que se encontrará con Javier en una habitación de hotel. A partir de entonces, los seis formarán un cordón umbilical al que, sin saberlo ni tan siquiera intuirlo, permanecerán unidos, pero también atados. Y que terminará siendo la soga con la que se asfixien.
Reseña: Normalmente, empiezo las reseñas con un pequeño resumen de mi cosecha. Normalmente, empiezo de esta guisa todas las reseñas de los libros cuyo argumento no me permiten decir más de lo que dice su sinopsis, de modo que un resumen de mi cosecha sería redundante. Normalmente, no reseño obras de teatro (corrección: nunca lo he hecho, así como tampoco he reseñado poesía). Pero supongo que acabo de romper con aquel cordón que me limitaba a hacerlo. Es algo que Javier, Laura, Ana, Lucía, David y Alberto no pueden decir.
ANA
Este bebé que está aquí (ANA se acaricia muy despacio el vientre.) eres tú y soy yo. Somos nosotros. Y ser lo que uno es, no es una elección...
Silencio.
DAVID
No, Ana, no. Es posible que a veces ser lo que uno es no sea una elección... Pero ser lo que uno no es siempre es una opción... Y te aseguro que no es la mía.
Oscuro.
No sería mentira decir que, tal vez, no hubiera llegado a conocer esta obra de teatro tan pronto de no haber sido por Javier Ruescas, quien no dejaba de hablar de ella por sus redes sociales. Tanto leer sobre ella, podría haber resultado contraproducente, pero ya fuera por mi humor del momento o porque los astros se alinearon, consiguió picarme la curiosidad y comencé a investigar algo más sobre ella. El hecho de que su autor contase únicamente con 22 años a sus espaldas y que llevara a cabo la producción de su propia obra con gran perseverancia y con sus propios ahorros como base no hizo otra cosa que llamarme aún más la atención. ¡Los jóvenes podemos llegar a hacer algo! Y la crítica era favorable. ¡Los jóvenes podemos llegar a hacer bien algo! Así que decidí probar si el ruido hacía justicia a las nueces.
La verdad es que no he leído demasiado teatro, simplemente las lecturas obligatorias que he tenido de este género a lo largo de mi vida académica: Tres sombreros de copa, Romeo y Julieta, Hamlet..., aunque podría exceptuar Esperando a Godot, cuya lectura fue motivada por la curiosidad y por mi afán insaciable de expandir mi cultura lo máximo que pueda sin llegar a dañarme; así que dicho esto queda claro que poco sé del panorama teatral español del momento, y más cuando ir al teatro resulta tan espantosamente caro, pero lo que sí puedo decir es que la obra de Daniel de Vicente me ha sorprendido gratamente, llegando a encontrar al final de su lectura una sensación de desasosiego: ¿qué he leído? ¿Qué ha pasado? ¿Qué intenta decirme De Vicente? Pocos libros consiguen dejarme tenso y alerta al girar la última página; es decir, pocos me dejan meditando sobre lo que acabo de leer, y es que lo que pueden parecer en un primer momento acciones irracionales de unos personajes que han perdido el control sobre sus vidas, son en realidad el resultado de la incomunicación y, paradójicamente, de un enraizamiento familiar excesivo, ya que tanto la familia como el aislamiento en uno mismo son los pilares fundamentales de esta obra teatral.
Dejando la temática a un lado y pasando a los aspectos estructurales, sería imposible negar la fuerza de los diálogos que nos ofrece De Vicente en su obra; ahora bien, dicha fuerza no se encuentra igualmente repartida a lo largo del texto: sí, en todo momento los personajes cobrarán vida en nuestra cabeza, oiremos sus voces como si estuviéramos sentados en el patio de butacas, incluso hay ciertos diálogos dignos de marcar —yo mismo tengo unos cuantos pósits marcando distintas páginas de mi ejemplar—, pero hay ocasiones (pocas, eso sí) en que esa voz se ha elevado demasiado y me he topado con el fantasma de la sobreactuación (aunque, puestos a hacer justicia, debo decir que yo mismo soy una persona con mucho #drama, así que eso puede deberse exclusivamente por mi culpa). Además, me gustaría destacar que he notado la influencia de Beckett en el texto de Daniel: ciertos diálogos me han recordado a ese absurdo característico del maestro de este tipo de teatro, a esos ¿Nos vamos? que no llevaban a ninguna parte y menos a que Didi o Gogo salieran verdaderamente del escenario.
Respecto a los personajes, así como sus diálogos, estos cuentan con garra y brío: la mayoría de ellos tienen una personalidad marcada, unos más que otros; por ejemplo, he encontrado que los personajes de Ana y Laura están algo desdibujados, mientras que el protagonismo recae mucho más en Lucía, Javier, David y Alberto, siendo estos en los que el autor profundizará más. De la misma manera, sus personalidades nos pueden llegar a caer mejor o peor (por ejemplo, no he podido tragar a Alberto), pero esto no tiene por qué ser malo. Lo que sí ha resultado un pequeño inconveniente es que, a mi parecer, todos parten de un cliché, aunque luego rompen de un modo u otro con él (y hasta aquí puedo leer, porque al final os destriparé la obra entera sin querer).
En definitiva, el debut de Daniel de Vicente en el mundo de la dramaturgia, aunque no totalmente brillante, es francamente satisfactorio e impresionante. Unos personajes enterrados contra su voluntad en una tumba que ellos mismos han cavado y unos diálogos llenos de fuerza es lo que nos encontraremos en la obra del joven madrileño. Por lo que a mí respecta, intentaré seguir la trayectoria literaria de De Vicente para comprobar la evolución de su talento, el cual ya se atisba en su primer drama; al parecer, actualmente se encuentra trabajando en una novela, la cual, ya os lo puedo asegurar, tiene un lector asegurado.
El autor: Daniel de Vicente
Daniel de Vicente (Madrid, 1990) Estudiante de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
Con dieciséis años escribió su primer libro titulado Escribir para vivir (Atlantis, 2011), compuesto por quince relatos cortos de los que la escritora Rosa Montero aseguro que «los leí y me gustaron. Aún más, me impresionaron para lo joven que era. Unas historias del principio de la vida, en la inocencia, en la adolescencia, pero sin duda llenas de futuro y talento».
Como periodista ha trabajado en la agencia de comunicación cultural Publiescena, promocionando obras de teatro, espectáculos de danza y conciertos de música. También ha sido colaborador en revistas de cultura como Inspiral Pop o Avuelapluma, así como crítico en la web masteatro.com
Cordón umbilical es su primera obra de teatro.
3 comentarios:
Gran reseña!
Esperemos que vuelva a los escenarios la próxima temporada, y que haga gira por España :D! A mí me encantó la obra, tanto en libro como en el escenario. Me alegro de que a ti también te haya molado :)!
Un abrazo,
Javier
Claro que los jovenes podemos :) y los estudiantes de periodismo aun mas :D!
Quiero que me guste el teatro, así que tomo nota de esta obra. Además, la sinopsis me ha dejado intrigadísima, así como la juventud del autor. :)
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